Casting para Richard M. Smythe

Crecer en una familia dispareja no esta tan mal aunque si te sientes solo, cuando tenia 7 años mis padres sufrieron un accidente que les dejo sin vida, yo por suerte mi padre fuera una molestia y no me dejara ir o tal vez hasta la muerte me odiara; bien eso ya es muy pesimista, la cosa es que quede a cargo de mis abuelos. Si, los quiero pero son tan anticuados, basados en la antigua con modales que se me calaron hasta los huesos, creo que educaron a una señorita no a un varón, de hecho muchas cosas las he aprendido fuera de esa casa o seria un completo idiota. Las chicas me gustaron en algún tiempo, de hecho tuve novias de las cuales ellos creían que todas eran una rameras, bueno no se equivocaban mucho la verdad. Después llegue a la conclusión que ellas por mas hermosas que fueran no eran lo que yo quería, buscaba algo mas que me volviera loco en la cama y fue cuando un chico llego a mi vida, era tan perfecto, morocho de ojos verdes. Claramente cual gato salvaje lo casé y me lo devore no de una forma tan caníbal, no entrare en detalles por dios.

Descubrí que un cuerpo masculino, velludo y mas marcado era algo que me volvía loco, amaba a los chicos y a las chicas las veía como amigas; en un tiempo pensé en comprarme un bate para pegarles como si fueran pelotas de baseball por que se me tiraban hasta cuando dormía. Así que un buen día le dije al mundo que era homosexual, todo el mundo me dio vuelta la cara, sinceramente poco me importa, no seré de la línea de niños heterosexuales que te miran con asco y bien se sabe que cuando estén ebrios terminaran en la cama con algún gay. Cuando mis abuelos lo supieron se armo una gran discusión con ellos, de hecho lo primero que dijeron es que se gay era cosa del diablo, si era en verdad cosa del diablo le besaría el trasero ante tal magnifico placer. Sin embargo, los ancianos no aguantaron mucho tiempo estar enojados y lo fueron aceptando de a poco aunque no dejan que otro gay pise esa casa, cosa que es molesto pero no por eso imposible, están viejos duermen temprano, oídos malos, por ende chicos que pisan mi habitación por la ventana, usar la puerta ya es anticuado. Así que mi vida se resume a que mis amigos muchos corrieron como locas por ahí por que temían a que los violase, mi dios que estupidez, las chicas se apegaron mas por ende, bendito incordio.

Como si mi vida fuera para el demonio apareció Jake R. Hamming, chico popular de la toda la universidad al cual todas las chicas le tienen ganas y que mas de 100 tiene escrito en la frente me la han metido y me siento reina del verano; él es un chico bastante egocentrista se puede decir que aquel que no le dice lindo sera ignorado por toda la universidad. De mi se había burlado una vez pero poco interés le di, la cosa es que termine en su cama, dios mío a donde llegue; diré que fue la mejor noche que tuve en mi vida, desde esa vez nos hemos visto en secreto por que su popularidad no era algo que se pudiera manchar, cada vez que corría el riesgo de que Jake pierda la corona de rey se ponía histérico. Los primeros meses no me importaba, ahora si me importa mucho, por que se comporta como un maldito cuando estamos delante de otros pero a solas es muy tierno, empiezo a pensar que solo soy diversión para él, de hecho rechace a todo chico que me pudiera enamorar por la culpa de Jake; no se si aguantare mas tiempo con esta farsa. Volví en si con mi café expreso en la mano, mirando a la gente ir de un lado a otro, tenia como siempre ropa masculina a la moda, mi próxima clase seria en unos minutos. Me levante para ir cuando el grupillo de Jake me empujo a un costado por ende les mire mal, Jake me dijo algo que me molesto por ende gire, en ese momento podía hundirlo pero me trague el comentario, demonios odiaba que me pudiera tanto.-Hamming, siempre tan cortez..imbécil.-dije dándome la vuelta para caminar al edificio, me gire mirándolo a los ojos demostrándole que estaba enojado, creo que se dio cuenta por que dejo de sonreír mirándome con esa cara de susto que ponía cuando me enojaba, gire la cara para entrar a clases. Una vez sentado mire por la ventana como ellos seguían burlándose de la gente, maldeci por lo bajo.-Te odio...pero como me puedes..-susurre sacando el libro y mire al frente prestando atención al profesor.-