Stephen Oliver Karev Beans I.D

No hay mucho que decir del físico de Steph, pues habla por si solo, comenzando por el castaño dorado de su pelo, su madre siempre le dijo que era un característico color trigo. Al heredar los ojos de su abuela materna, de un color azul grisáceo, pero con ciertos tintes verdes, lo cual los hacen practicamente únicos.

Estatura de un metro ochenta y tres centímetros, altura bastante estándar, por lo cual no desearía ser más alto, además siempre le gustaron las chicas de corta estatura. Se cuida bastante con deporte y gimnasio, de hay su trabajado cuerpo.

"Toma, tuyo."
Nunca le deberá nada a nadie, si algo odia Oliver es que le hagan un favor, pues eso significa que esta en deuda con alguien, y no soporta deber nada a nadie, así que o esta en un gran apuro, o nunca le verás pedir uno. A pesar de eso, si tiene que devolver el favor, lo hará en menos de veinticuatro horas.
"¿Qué esperabas, que te diese las gracias?"
Arrogante, prepotente y narcisista, muy narcisista. Sabe que es atractivo, por ello se aprovecha de sus cualidades, lo cual puede resultar pedante o atractivo, además no tendrás que soportarlo mucho, pues no esta más de tres días con la misma chica. No es para nada agradecido, si le ayudaste es porque quisiste, no esperes que te de las gracias o gesto alguno de amabilidad.
"Vuelves a tocarle, y te juro que te parto la cara."
Eso sí, sus amigos son intocables, puede que valore poco su vida, pero la de las personas que le importan es sagrada. Suelen ser su pandilla, esas personas por las que haría cualquier cosas. Con ella saca lo mejor de sí mismo. Es leal, valiente y con un gran sentido del humor, no finge ser quien no es.
"Relájate, solo es sexo."
Mujeriego, excesivamente mujeriego. Adora las mujeres, y pasar un buen rato con ellas, eso sí, no tiene relación seria con ninguna mujer desde hace años, su última relación seria pudo durar apenas una semana, y duro demasiado, ya que Stephen considero que el sexo era excelente.
"Suit up."
Es inteligente, muy observador, y con una buena capacidad de análisis y de lógica, serio y racional, de carácter duro y con un gran sentido de la responsabilidad que le ayuda alejar a los sentimientos a la hora de tomar decisiones, pues prefiere el uso de la razón y la lógica que considera más eficiente. Por regla general suele contener con bastante éxito
en los negocios, ya que tiene detrás suya un imperio que dirigir, es lo que tiene ser un futuro heredero.